domingo, 27 de marzo de 2011

Mejor.

Sería pedir demasiado y la avaricia rompe el saco. Lo que necesito. Hablamos de equilibrio. 
Esa estabilidad que no conseguía encontrar por ninguna parte, que siempre se quedaba en intento, convertida en rana. No me rendía. 

Dos palabras, ilusión y ganas - siempre a pie de cañón, tampoco se dan por vencidas nunca. Reviven cuando parece que caen, se renuevan para nunca envejecer y vuelven con más fuerza, con ganas de sobrepasar las expectativas, de traspasar fronteras, de dejar bocas abiertas, o más bien, de cerrarlas. Vivir. Caminar por el recorrido junto a la persona que quiero, que solo se vive una vez, razón de más para aprovechar y sacarle el máximo partido. No importa las veces que te caigas, sino cuántas te levantas.


Vivir inténsamente cada faceta, cada etapa, cada momento, cada detalle. Con quien tienes a tu lado.