domingo, 26 de junio de 2011

Empieza por M, termina por O

Las letras D, I, E. Miedo a la desconfianza y a la distancia. Quiero que me lleves contigo dónde quiera que vayas guardando cada recuerdo en esa cajita. Quiero que todos los días se te venga a la mente una carcajada distinta con la que poder soltar una sonrisa y pensar que merece la pena. Que aunque no te vea sigas estando junto a mí. Quiero que cada día recopiles mil cosas que contarme y mil “te quieros” que sentir. Mil promesas que cumplir. Me tengo que ir. Te tienes que ir pero esto no se va a quedar así. Tenemos una cuenta pendiente, a fin de mes. Solo te pido que tengas cuidado y que no lo olvides, como yo no lo voy a hacer. Recuerdas cuando solo se escucha el silencio y me dices “¿Qué piensas?” Tengo miedo a que perdamos la batalla con el tiempo pero tenemos una ventaja, somos dos contra uno.


 que te quiero mucho, Rodri






domingo, 12 de junio de 2011

Whatever.

Que se convierta en un libro de reflexiones con borrones de tinta intercalados. Un amuleto de la suerte que me aleje del miedo. Quiero una barra de pintalabios rojo que no se acabe nunca.


Dejar reposar mis cabellos sobre tu almohada para que tú hagas lo mismo algún día y se quede  la sensación
de que estuviste ahí a la hora de irme a dormir. Una media sonrisa, que si es entera no se puede completar. Arañemos las paredes de tu habitación, que perduren las marcas. Deja que me siente entre tus piernas con toda la intención de ver una película, palomita a palomita, bebiendo coca-cola hasta que la cafeína se cuele en nuestros besos para luego dejarnos morir. De la forma más absurda e inexistente que exista.

Arrancándonos te quieros de los labios y prendas de la piel.

domingo, 5 de junio de 2011

Mírame.


Quiero que me guardes siempre. Donde nunca llegue el frío. Donde no exista el espacio entre nosotros. 

miércoles, 18 de mayo de 2011

Decir que sentir.

Tornar la mente en blanco para ignorar los motivos que no te dejan pensar con claridad y centrarte en el punto fuerte de tu alrededor. Tenerle cerca, en la imaginación y viajar lejos, solos. Tú y yo. Donde nadie nos pueda encontrar y seamos capaces de darle sentido a la realidad. Justo a unos años luz del infinito, a la derecha. Que me tengas y yo te tenga a ti, todas los días, horas, minutos y cada segundo que pasa en el tiempo. Detener las agujas del reloj en un beso y tocar las nubes con las yemas de los dedos, que nadie se de cuenta. Que nadie esté mirando, ni oyendo, ni mucho menos escuchando. Que hagamos cuanto queremos, cuando queremos, donde queramos, juntos. Que siempre sigas consiguiendo que, a diferencia de aquellos comunes, pueda volar sin miedo a caer. Que me enseñes a aprovechar cada momento y guardarlo conmigo pase lo que pase. A veces pienso en lo complicado del corazón pasando por la emoción, sensación, tensión, amor, felicidad, pasión e ilusión, al final siempre me lleva a las mariposas de colores cantosos que solo nosotros tenemos en la palma de la mano. Aquellas que se acomodaron ahí y han perdido el hábito de revolotear en otro ambiente. Tú ya me entiendes. Quiero tener la certeza de que nunca decidirás elegir un camino diferente al mío, por un lugar distinto y en una situación compleja. No quiero tomar decisiones sin recibir tu consejo ni dejar de sonreir porque sí. 
Déjame decirte que el momento es nuestro, que depende de nosotros. Que tú y yo podemos obtener lo imposible.
Déjame decirte que te quiero.


Déjame decirte que estoy contigo.