En su época se escuchó que la clave de la felicidad es la libertad y de la libertad el coraje aunque por esa regla de tres el hecho de ser feliz no existiría ya que la libertad total sería imposible de conseguir. El detalle que da el cambio son las pequeñas cosas como un helado en una tarde calurosa, una llamada inesperada o una onza de chocolate en el momento exacto. Caminar de aquí para allá sin rumbo fijo pero entre risas. Que te pregunten si alguna vez te ríes solo y seas capaz de decir SI sin pensarlo dos veces. Esto viene a que muy de vez en cuando damos una imagen que no somos, es muy fácil reír cuando estás acompañado pero si no lo haces cuando estas a solas te habrá servido de poco. Yo creo que todos somos capaces de reir a solas, solo hay que dejar de lado lo que atrae tu atención para no hacerlo, y eso es fácil. Poder mirar hacia arriba sin reparo de lo que haya o lo que te vayas a encontrar, cerrar los ojos, relajar todas y cada una de las terminaciones nerviosas de tu cuerpo, apretar fuerte algo para soltarlo enseguida, mantener la mente en blanco.
